Pablo Ruiz Picasso, nace el 25 de octubre de 1881 en España, y muere el 04 de abril de 1973 en Francia.
Pintor y escultor, fundador del movimiento cubista: casi por consenso es proclamado el más grande de la pintura del siglo XX. Se afirma que no es posible entender el arte contemporáneo sin comprender a Picasso.
Pero más allá de la fama que el pintor tiene por la técnica y el contenido puramente artístico de su obra, así como su influencia cultural universal, vale destacar –aunque de forma breve- su dimensión política. Con Neruda (de quien escribimos en la entrada anterior) sostuvo una prolongada amistad, y compartió con él, en sus respectivas regiones, la persecución política y el espionaje al que fueron sometidos, por la derecha chilena y la CIA uno, y por los servicios franceses de inteligencia el otro.
Picasso además fue miembro del Partido Comunista Francés, y apoyó en la Guerra Civil Española a la Acción Republicana (anarquistas-socialistas). Uno de sus cuadros más célebres, Guernica, recuerda el bombardeo a la ciudad de ese nombre, llevado a cabo por solicitud de Francisco Franco a las fuerzas fascistas.
Picasso además fue un pacifista, entendiendo el pacifismo como la no agresión a los pueblos y el respeto a la autodeterminación de estos.